¡¡¡ Bienvenid@s !!!. Espero que disfruten su paso por este blog personal. Lucio, desde Resistencia, La Ciudad de las Esculturas.
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viernes, marzo 31, 2006

Carta Abierta A Mi Hijo

Family
Ahora que te veo pasar de niño a hombre quiero hablarte de cómo cambiará tu vida. Quiero contarte de tus nuevas realidades; aquellas en las que el bueno no triunfa siempre y la guerra en la televisión es noticia y no película.

Quiero prepararte para las nuevas sensaciones que vienen con la edad, para el dolor y la alegría que ocasiona un gran amor, para las satisfacciones que genera la amistad verdadera y la tristeza tan profunda que deja la traición.

Quiero enseñarte a enfrentar los problemas con juicio, con firmeza y sin temor. Quiero que comprendas que a pesar de la corrupción social, económica y política que vivimos a diario, todo en la vida es factible, cambiable, fácil de resolver y manejable por métodos honestos.

Voy a poner a tu disposición las herramientas necesarias para formar tu personalidad, para elaborar tu futuro, para fortalecer tu carácter.

Con ellas descubrirás que para ser un hombre sano deberás ejercitar tu cuerpo, nutrir tu intelecto, apoyarte en la religión, ayudar a tu prójimo, obedecer las leyes, luchar por tus ideas y respetar las ajenas; también reconocerás las oportunidades y sabrás aprovecharlas sin perjudicar a los demás ni abusar de los incautos.

Quiero, por sobre todo, que aprendas a decidir por ti mismo y a aceptar la responsabilidad por tus acciones, para que nunca te lamentes de haber permitido que otros forjaran tu destino; para que nunca mires hacia atrás con nostalgia por lo que pudo haber sido, sino que te sientas plenamente satisfecho por lo que fue.

Yo alabaré tus triunfos y sufriré contigo tus desventuras. Seré cómplice de tus logros y tus fracasos, y en lo bueno y en lo malo seré incondicional contigo.

Aprenderás que no estás solo en el mundo; que eres parte importantísima de un núcleo familiar y social que se extiende a medida que interactuas con tu medio; que mientras más grande tu circulo social, más se enriquece tu vida pero mayores también son tus responsabilidades morales con todo lo que te rodea.

Por ello deberás reflexionar siembre antes de actuar, para poder calibrar con certeza la consecuencia de tus acciones y su potencial efecto sobre aquellos que te quieren.

Quiero enseñarte, hijo mío, que puedes ser bueno sin que abusen de ti, que se puede ser valiente sin arriesgar inútilmente la vida, que no serás menos hombre porque llores o sientas miedo o le seas fiel a tu mujer; que vale más la pena ganarse el respeto del enemigo que la adulación de un amigo, que se puede ser justo sin ser implacable, discreto sin ser retraído, religioso sin ser fanático.

Sé muy bien que el camino del adolescente es difícil de transitar. Lo sé porque lo he recorrido y logré llegar airos@ al otro lado.

Por eso te digo que le tengas respeto, pero no le temas, porque llevas contigo una prenda de incalculable valor; cuentas con el apoyo incondicional de tu mamá, tu papá y tu hermana y de todos los que te aprecian.

En todo y para siempre. Como me pasó a mi ...
Tilo Febres Cordero.

Éxito En La Vida

Thumbs Up
"Habrás tenido éxito en la vida

cuando hayas vivido decentemente;

hayas reído con frecuencia,

y hayas amado mucho;

te hayas ganado el respeto de la gente sabia

y el amor de los niños,

hayas llenado el sitio que ocupas

y cumplido con lo que deberías hacer;

cuando hayas contribuido a hacer del mundo

un sitio mejor del que encontraste,

quizás dejando una huella distintiva,

escribiendo un poema perfecto,

o logrado la salvación de un alma;

si siempre apreciaste la belleza de la naturaleza

y también lo pudiste comunicar;

si viste lo bueno de la gente

y siempre hiciste lo mejor que pudiste."

Robert Louis Stevenson.

jueves, marzo 30, 2006

Rodados En Las Calles Resistencianas

Todas las fotos ® Lucio

Y éste siempre será el mejor de todos ... ¿o no?

Bodas De Plata

Proposal
Oración para volver a casarnos (con la misma persona).

"Aquí estamos, Señor, hombre y mujer, como tú nos pensaste. Venimos a casarnos nuevamente: sin azahares, sin tules, sin fotos ni campanas ... pero con tanta vida compartida.

Con todo lo conseguido. Con todo lo llorado. Se acabó el amor que fue al principio (y a veces nos parece que se nos fue el amor).

Es que no somos nuevos como entonces. Nos han pasado cosas. Tantas cosas. Se nos pasó la época de inaugurar, la fiesta de estar solos, la comunicación total que ambicionábamos.

El amor reconoce sus rutinas, sus iras, su perdón.

Nos conocemos tanto. De memoria. Los remiendos del otro, sus heridas ocultas, sus defectos, sus dones.

Unidos deletreamos una piedad de pan. Y a pesar de sabernos de memoria, nos quedan tantas cosas por hablar ...

Por eso te pedimos, Señor, humildemente, que nos nazcas de nuevo. Que podamos llevarte como se lleva a un hijo que acaba de brotar en nuestra carne.

Bendícenos la frente y quédate a vivir en nuestra casa esta parte de vida que nos falta".
Carlos Joaquín Durán

miércoles, marzo 29, 2006

Carlos Werlen: De La Tigra A Bs. As.

Produce un teatro que inquieta, moviliza y logra los aplausos de la crítica de todo el país. Quizás para Carlos Werlen esto es tocar el cielo con las manos, pero lo cierto es que el cielo siempre estuvo cerca en La Tigra, ciudad en la que vive desde hace décadas.

La segunda versión de "El Número Es Másico", ahora protagonizada por Roger Grancic y Gustavo Duarte, tuvo una enorme repercusión en la reciente Fiesta Nacional de Teatro, realizada en Buenos Aires, donde cosechó tantos elogios como invitaciones.

Sin embargo, las luces de la ciudad siempre fueron ajenas a este realizador que nació en la pequeñísima localidad de Bauer y Sigel, Santa Fe. Su infancia y adolescencia, entre tambos y vacas, giró a los 22, cuando se casó y trasladó a Las Varillas, Córdoba.

Cuando su mujer, Cristina Antelo —tambaién parte de esta movida teatral—, se recibió de profesora y él terminó, de noche, la secundaria, el matrimonio se trasladó a nuestra provincia para ejercer la docencia. Primero unos meses en Los Frentones y luego en La Tigra, con escuela nueva y todo.

"Cuando llegamos, recordé a mi maestro de primaria, que tanto nos estimulaba con el teatro, y sentí que debía ocupar ese lugar, pero en un nivel educativo superior: la secundaria". Ese es el inicio de esta historia.

—¿Te sorprendió cómo fue vista la obra en Buenos Aires?
—Mucho. Yo viajo frecuentemente a Buenos Aires porque tengo parte de mi familia allá. Soy un gran consumidor de teatro off, under, toda esa corriente; y lo recorro. Uno siempre tiene la fantasía de que en Buenos Aires está lo mejor, o que se puede armar o trabajar desde la dirección, desde lo actoral, porque hay escuela, hay variantes, se puede recorrer, estar con uno y otro.

—¿Cómo nace El número es másico?
—Por un lado, por el interés sobre la dictadura; y, por otro, por mis dos hijos que son actores y querían hacer algo con el padre. En ese momento Danilo estaba ya en Buenos Aires haciendo la carrera de actor; en cambio, Julio estaba todavía acá haciendo la secundaria.

En septiembre de 2002, surge de un momento para otro la imagen de dos cuerpos arrojados al mar y desde ahí nació la obra. Parece que ese día se juntaron todas las piezas, lo que yo tenía como imagen y lo que venía almacenando en mi forma de sentir o pensar y en cada cosa que leía sobre el tema.

—¿Qué ganó y qué perdió esta nueva reposición?
—Esta nueva reposición ganó en situaciones bizarras, o en pinceladas guarras. Que se acercan más a mostrar las relaciones más finas de cada postulado: las del contexto político, social, o los padres. Ganó una frontalidad más fuerte con el desnudo. Es más descarnada y frontal; los desnudos no se cuidan, simplemente están desnudos.

En cambio, con mis hijos, se cuidaba más respecto de la luz, no eran tan directos. Si bien en esta propuesta se sigue manteniendo la cuarta pared, está planteado como que están en el fondo del río y que la gente puede observarlos a través de las aguas.

—¿Hay algún ejercicio que permite superar la inhibición? Porque la exposición de los actores es absoluta.
—Es total y absoluta. Creo que parte de cada uno. Les propuse hacer la obra. Uno de ellos la había visto y les dije que era desnudo. Y que si se iban a desnudar, lo mejor era tomar el toro por las astas; vamos al primer ensayo ya desnudos. Y así fue: era blanco o negro. Y ellos dijeron que les gustaría y lo hicimos.

—¿Qué sensación te da la gente que sale del teatro y dice: "No entendí nada"?
—A veces me pone mal y en seguida pienso que depende del grado de conocimiento que tenga el espectador. Así como me dicen no entendí nada; otros me dicen entendí todo … Y eso me gusta más. Si no, trato de revisar por qué no puedo entender y me digo que depende del contexto y del conocimiento que tenga. Y si son personas que uno conoce y sabés que están en el tema y son conocedores o tienen interés, me planteo qué hice mal.

—¿No te parece que, más allá de la competencia intelectual, falta educar al espectador para ver un nuevo tipo de teatro? Y sobre todo las vanguardias, que están buscando siempre una nueva manera de narrar.
—Sí. En general, a los espectadores que se sientan a ver el espectáculo les falta todo un aprendizaje, como sí cumplieron las vanguardias. Creo que todos los que intentamos innovar, poner cosas —no sé si originales o creativas—, vamos a mostrar algo a un espectador que todavía está en el aire.

Más allá de lo que uno quiere decir, yo parto de mí, de lo que tengo ganas de contar. Ahora, tengo que buscar la forma de contárselo a ese espectador, para que le llegue. Y si no entiende, o explicar luego si me pide. O bien reflexionar sobre qué cambiar, para que se entienda.

—¿Comenzaste a dirigir textos tuyos a partir de un momento o fuiste mechando con trabajos de otros dramaturgos?
—Desde el 93 escribí Juanita, la de la villa, para los chicos del secundario. Después, en el 94, El sol siempre está; y fui intercalando, hasta que llegó un momento, en 2002 en adelante, después de El número es másico, vino Vivir a cuerpo de rey, Amores blancos, La botella. Hace tres o cuatro años que me dedico a mis textos.

—¿Qué ventajas tenés al trabajar con textos tuyos?
—Algunos dicen que es bueno trabajar con los textos de otros, porque entonces se está obligado a respetar la visión del escritor; pero a otros escuché decir que es bueno tratar de poner tus propios textos, porque es una lucha muy fuerte que se puede entablar entre ese autor y ese director que confluyen en la misma persona.

—¿Qué te da y qué te quita La Tigra como lugar para hacer teatro?
—No puedo pensar en lo que me quita.

—¿Por qué no?
—Porque yo estoy en La Tigra, vivo en La Tigra y tengo una tarea que me permite vivir, que es la docencia. No puedo pensar que La Tigra me quita posibilidades. No quiero pecar de soberbio; pero no encuentro mucha diferencia entre hacer teatro en La Tigra y hacerlo en Resistencia.

—Bueno, pero, por ejemplo, acá tenés muchos más actores para elegir, el rango de estilos es mayor.
—Puede que tengas razón; pero yo planteo mis obras a partir de los actores que tengo. Padelín, a lo mejor, lo plantea a través de una escuela, donde echar mano y elegir. Yo, en cambio, me quedo con lo que hay en La Tigra, los convoco y listo. Hace algunos años tengo este grupo y me gusta trabajar con la complicidad del actor de muchos años. Creo que hay tiempo para desarrollar un montón de cosas.

No digo que no se agote, puede ser; pero entre nosotros prima más el ser amigos, conocernos como personas, el convivir todos los días juntos, el compartir historias de vida muy parecidas, en lo laboral. Hay gente con la que trabajamos juntos. Yo no puedo renegar de eso, me siento feliz. Me ha dado muchas satisfacciones.

—Si las grandes urbes son los grandes motores culturales, tu caso sería lo opuesto: producís un teatro de alta calidad en un medio muy reducido.
—Y tan despojado como la puesta de El número ...

—¿Pensás que sos la excepción de la regla?
—No. No me gusta pensarlo, tampoco. Me encantó que la vida me entregara esto, de tener la cuestión artística dentro, de que sea mi modo de vivir, aunque no económicamente, desde las ganas de hacer cosas.

Y, de pronto, cualquiera que tenga mis pretensiones y sienta esto de ser artista, lo puede lograr. Por ahí es cierto, deben confluir personas. Pero no es posible pensar, me niego, que las buenas personas con ganas de hacer algo se hayan juntado en La Tigra. No creo en eso.

—Pero sí creés que es posible romper el mito de la metrópolis.
—Seguro. Hay que tener ganas, impulso. Y creer en uno. Yo creo mucho en mí.

Señor, No Te Pedimos

Blind
"Señor, no te pedimos que nos devuelvas la vista, pero sí te pedimos que abras los ojos de nuestra sociedad para descubrir los valores verdaderos, que son justicia, amor y paz.

No te pedimos que nos devuelvas nuestras piernas, pero sí te pedimos que hagas caminar a nuestros hermanos.

No te pedimos que nos devuelvas nuestras manos, pero sí te pedimos que nos enseñes a todos que hay más alegría en dar que en recibir, que la fraternidad es compartirlo todo como tú lo has hecho con nosotros.

No te pedimos que nos levantes de nuestra camilla, pero sí te pedimos la fuerza de devolver el ánimo a los que dejaron caer los brazos y ya no creen en tu luz.
Amén".
*********
"El ser ciega y sorda para el mundo material me ha ayudado a despertar la conciencia del mundo invisible y espiritual. Conozco a mis amigos, no por su apariencia física sino por su espíritu (...).

Vagando en la oscuridad, en medio de dificultades, estoy al tanto de voces alentadoras que me hablan desde el punto de vista espiritual. Siento el sagrado ardor que mana de las fuentes del infinito.

Aquí, en medio del ambiente cotidiano, descubro el torrente de las lluvias eternas. Me doy cuenta del esplendor que une todas las cosas de la tierra con las cosas del cielo.

Enclaustrada por el silencio y la oscuridad, poseo la luz que hará resplandeciente mi senda cuando venga a liberarme la muerte".
Heller Keller

viernes, marzo 24, 2006

NUNCA MAS

Rodolfo Walsh - Carta abierta a la Junta Militar -

Esta carta, en aquel momento, no fue publicada por ningún medio de comunicación. Al día siguiente de enviada, el 25 de marzo de marzo de 1977, Rodolfo Walsh fue secuestrado por un grupo de tareas en el barrio de San Cristóbal.

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese “ser nacional” que ustedes invocan tan a menudo.

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.

Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional.

El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.

De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de los que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el “submarino”, el soplete de las actualizaciones contemporáneas.

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.

Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.

Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de “cuenta-cadáveres” que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.

Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles” según su autopsia.

Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.

En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos terrorismos”, sino la
fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.


La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.

La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan
el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.


Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de “Prensa Libre” Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.

A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: “La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal”.

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.

Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la “racionalización”.

Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.

Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar “el país”, han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.

Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.

Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”.

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el “festín de los corruptos”.

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.


Rodolfo Jorge Walsh, nació en Choele Choel, Río Negro, en 1927. A los 20 años publicó sus primeras notas en diarios de Buenos Aires y La Plata. En diciembre de 1957 apareció la primera edición de Operación Masacre, que denuncia los fusilamientos en los basurales de José León Suárez. En 1959 se instaló en La Habana y participó, junto Jorge Masetti de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina.

El 1º de mayo de 1968 apareció el primer número del Semanario CGT, que fundó y dirigió Walsh, durante los 55 números de esta publicación impulsada por Raimundo Ongaro, secretario general de la CGT de los Argentinos, y que fue clausurada por Onganía.

En 1970 ingresó a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y tres años después comenzaría a militar en Montoneros y participaría en el diario Noticias; luego de su clausura entraría en la clandestinidad. En junio de 1976 creó ANCLA (la Agencia de Noticias Clandestinas) y Cadena Informativa para denunciar los crímenes, las torturas y las desapariciones de la Dictadura Militar.

Luego de su Carta abierta a la Junta Militar, fue asesinado el 25 de marzo de 1977 por un grupo de tareas de la ESMA con el cual se enfrentó en el barrio porteño de San Cristóbal. Su cuerpo aún continúa desaparecido.

(Muchos años después de haberla leído por primera vez, en la Revista Humor, todavía me pone la piel de gallina ...)

NUNCA MAS

Rodolfo Walsh - Carta abierta a la Junta Militar -

Esta carta, en aquel momento, no fue publicada por ningún medio de comunicación. Al día siguiente de enviada, el 25 de marzo de marzo de 1977, Rodolfo Walsh fue secuestrado por un grupo de tareas en el barrio de San Cristóbal.

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese “ser nacional” que ustedes invocan tan a menudo.

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.

Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional.

El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.

De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de los que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el “submarino”, el soplete de las actualizaciones contemporáneas.

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.

Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.

Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de “cuenta-cadáveres” que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.

Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles” según su autopsia.

Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.

En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos terrorismos”, sino la
fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.


La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.

La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan
el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.


Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de “Prensa Libre” Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.

A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: “La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal”.

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.

Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la “racionalización”.

Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.

Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar “el país”, han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.

Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.

Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”.

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el “festín de los corruptos”.

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.


Rodolfo Jorge Walsh, nació en Choele Choel, Río Negro, en 1927. A los 20 años publicó sus primeras notas en diarios de Buenos Aires y La Plata. En diciembre de 1957 apareció la primera edición de Operación Masacre, que denuncia los fusilamientos en los basurales de José León Suárez. En 1959 se instaló en La Habana y participó, junto Jorge Masetti de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina.

El 1º de mayo de 1968 apareció el primer número del Semanario CGT, que fundó y dirigió Walsh, durante los 55 números de esta publicación impulsada por Raimundo Ongaro, secretario general de la CGT de los Argentinos, y que fue clausurada por Onganía.

En 1970 ingresó a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y tres años después comenzaría a militar en Montoneros y participaría en el diario Noticias; luego de su clausura entraría en la clandestinidad. En junio de 1976 creó ANCLA (la Agencia de Noticias Clandestinas) y Cadena Informativa para denunciar los crímenes, las torturas y las desapariciones de la Dictadura Militar.

Luego de su Carta abierta a la Junta Militar, fue asesinado el 25 de marzo de 1977 por un grupo de tareas de la ESMA con el cual se enfrentó en el barrio porteño de San Cristóbal. Su cuerpo aún continúa desaparecido.

(Muchos años después de haberla leído por primera vez, en la Revista Humor, todavía me pone la piel de gallina ...)

NUNCA MAS

Rodolfo Walsh - Carta abierta a la Junta Militar -

Esta carta, en aquel momento, no fue publicada por ningún medio de comunicación. Al día siguiente de enviada, el 25 de marzo de marzo de 1977, Rodolfo Walsh fue secuestrado por un grupo de tareas en el barrio de San Cristóbal.

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese “ser nacional” que ustedes invocan tan a menudo.

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.

Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional.

El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.

De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de los que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el “submarino”, el soplete de las actualizaciones contemporáneas.

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.

Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.

Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de “cuenta-cadáveres” que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.

Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles” según su autopsia.

Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.

En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos terrorismos”, sino la
fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.


La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.

La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.

Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de “Prensa Libre” Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.

A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: “La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal”.

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.

Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la “racionalización”.

Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.

Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar “el país”, han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.

Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.

Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”.

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el “festín de los corruptos”.

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.


Rodolfo Jorge Walsh, nació en Choele Choel, Río Negro, en 1927. A los 20 años publicó sus primeras notas en diarios de Buenos Aires y La Plata. En diciembre de 1957 apareció la primera edición de Operación Masacre, que denuncia los fusilamientos en los basurales de José León Suárez. En 1959 se instaló en La Habana y participó, junto Jorge Masetti de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina.

El 1º de mayo de 1968 apareció el primer número del Semanario CGT, que fundó y dirigió Walsh, durante los 55 números de esta publicación impulsada por Raimundo Ongaro, secretario general de la CGT de los Argentinos, y que fue clausurada por Onganía.

En 1970 ingresó a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y tres años después comenzaría a militar en Montoneros y participaría en el diario Noticias; luego de su clausura entraría en la clandestinidad. En junio de 1976 creó ANCLA (la Agencia de Noticias Clandestinas) y Cadena Informativa para denunciar los crímenes, las torturas y las desapariciones de la Dictadura Militar.

Luego de su Carta abierta a la Junta Militar, fue asesinado el 25 de marzo de 1977 por un grupo de tareas de la ESMA con el cual se enfrentó en el barrio porteño de San Cristóbal. Su cuerpo aún continúa desaparecido.

(Muchos años después de haberla leído por primera vez, en la Revista Humor, todavía me pone la piel de gallina ...)

jueves, marzo 23, 2006

Para No Vivir En Vano

Exit
Si consigo evitar que un corazón se rompa, no habré vivido en vano.

Si consigo aliviar el dolor de una vida, calmar una pena, o tan sólo que vuelva el zorzal desvalido a su nido, no habré vivido en vano.

Quien hace algo para ayudar sincera y gratuitamente a los demás, no ha vivido en vano.

Vive en vano solamente aquel que se cierra, estéril, en su egoísmo.

Aquel que pasa distraído a la vera de quien sufre.

Vive en vano el que sólo piensa en acaparar y nunca en compartir.

Nada de lo que hayas hecho en favor de los demás será inútil.

Al final de tu vida lo que de verdad tendrá importancia, será la ayuda que habrás prestado a los otros.

En el momento de la verdad, solamente los otros constituirán tu recompensa.

Al fin y al cabo, no olvido que es mejor el dar que el recibir.

miércoles, marzo 22, 2006

El Ejemplo Del Bambú Japonés

Leaf 4
Una buena cosecha requiere una buena semilla, buen abono y riego constante.

Ocurre con el bambú japonés que sembrada la semilla, abonada, y constantemente regada, no promete nada. Y así durante siete años.

La inexperiencia haría pensar que las semillas eran infértiles. Pero después de siete años, en seis semanas el bambú crece ¡más de 30 metros!

Durante siete años y seis semanas de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener su crecimiento.

Un lento crecimiento es presagio de una larga duración.

Queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es resultado del crecimiento interno, que requiere tiempo.

La maduración del bambú japonés nos recuerda que en su aparente fracaso está sucediendo algo, ¡está creciendo para dentro, está madurando!

martes, marzo 21, 2006

Nacieron Un Oso Hormiguero Y Dos Osos Meleros

Panda
En el Zooloógico de Sáenz Peña. Este martes se conoció un nuevo logro del Complejo Ecológico Municipal reconocido por lograr la reproducción en cautiverio de varias especies en peligro de extinción.

Nacieron un oso hormiguero y dos osos meleros. Los tres nuevos ejemplares de estas especies amenazadas se encuentran en perfecto estado. Ante este nuevo alumbramiento en cautiverio en el zoológico saenzpeñense, su titular, Jorge García, manifestó su satisfacción en declaraciones a STC.

“Nació un oso hormiguero y dos osos meleros. Es una muy buena noticia, más allá de los nacimientos, porque se trata de especies en peligro de extinción”, explicó. Sobre el oso hormiguero, García indicó que está perfecto, no tuvo ningún problema y se encuentra ahora al cuidado de la madre.

También los dos osos meleros están bien de salud, a pesar que uno de ellos habría sido resistido por el padre, por lo que fueron separados. Asimismo García informó que además nacieron monos Caí y ejemplares de Corzuelas, entre otras especies.

Este miércoles, se realizará en el zoológico de Sáenz Peña, la primera suelta de animales del año. Así lo confirmó Jorge García, director del Complejo Ecológico, en el marco de los anuncios de nacimientos de un oso hormiguero y dos osos meleros.

“Estamos preparando los últimos detalles y este martes comienzan las sueltas de la temporada 2006. Estamos trabajando a full con mucho apoyo del municipio y mucho entusiasmo”, valoró García.

En este sentido destacó que “gracias a Dios y a la constante dedicación del municipio y las Comisarías de la zona, se normalizó la seguridad en torno a los bienes del zoológico”.

Entusiasmado, García reveló que “Superamos las 15 mil personas que nos visitaron durante enero y febrero de este año. No obstante, no llegamos a niveles del año pasado por las altas temperaturas”, concluyó.
(Fuente: El Diario de Sáenz Peña - Miguel Silvestri)

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