Líder de Uno Mismo

En la medida que comprendo mi propia influencia sobre este mundo, voy a entender que no son solamente factores externos que lo dominan.

Es decir, no son "los otros" los que crearon el mundo tal como es; todos los individuos tuvieron y tienen una participación activa en esta creación. Así que es importante que se haga una reflexión sobre lo siguiente:

¿Cómo mi personalidad influye el ambiente en que vivo? Puedo tratar de imaginar, por ejemplo, como serían las cosas si no estuviera donde estoy hoy.

¿Cuál es mi enfoque de vida? O sea, definir mi visión, misión y valores. Son ellos que determinan el sendero por el cual voy a vivir.

¿Qué produzco para el mundo? En otras palabras, definir mi aporte al mundo. No solamente el aporte obvio que doy, sino el incógnito. Quizá valga la pena volver a la primera pregunta e imaginar nuevamente que le faltaría a las personas y a la sociedad donde vivo si no estuviera yo ahí.

Esta reflexión ayudará el líder a fijar unos objetivos en la vida y a eliminar la extraña ilusión de que "estoy bajo el dominio de otros".