Plomo y Plumas

Un día, un profesor hizo una pregunta a los alumnos:

"¿Qué pesa más: una tonelada de pluma o una tonelada de plomo?"

Eran alumnos muy astutos y, después de conversar entre sí, dijero en unísono:

"Los dos pesan igual: ¡una tonelada!"

El maestro, que desde luego no era de matemáticas, sonrió y dijo que no. Y pidió dos equipos de voluntarios para probar lo que decía.

Tenían dos semanas para mostrar que ambos pesaban igual.

El equipo del plomo fue a una fábrica y convenció al dueño que le prestara una tonelada de plomo para llevar y mostrar en las afueras de la escuela. No gastaron ni una hora en esto.

Pero, el equipo de la pluma... ¡Vaya! Nunca habían visto tanta pluma en su vida. Y, por más pluma que juntaran, no lograban la una tonelada.

Empezaron a pelear entre sí y acusarse mutuamente. Por fín, con la ayuda de sus familiares, lograron cumplir el objetivo un día antes de lo planeado.

A la hora de comparar los dos resultados, el profesor puso cada equipo a su lado. Mientras el equipo del plomo lucía tranquilos y serenos, con una gran sonrisa, el de la pluma parecía exhausto.

Delante de los dos equipos, el profesor dijo:

"Creo que deben ya saber la respuesta. No miren al plomo o la pluma. Quiero que miren a los equipos. Observen que, mientras el del plomo está tranquilo, el de la pluma aparenta mucho cansancio.

En la vida, señores, hay problemas y errores que son como el plomo - rápidamente se logran, todos acusan y es clara la responsabilidad de los actos.

Pero, la pluma es la que pesa más, pues puede durar años hasta que los pequeños actos malos cometidos aquí y allá se junten y pesen tanto como el plomo."