Intentaron Llevarse La Cabeza De Un Cadáver

El Diario de la Región - Martes 30 de agosto de 2005.

Familiares de un difunto, al llegar al panteón familiar, advirtieron que la puerta estaba abierta. Se asomaron hacia el interior y vieron un ataúd recostado por la pared. No tenía la tapa y, la cabeza, saliendo del cajón, exhibiendo las huellas de un corte no terminado realizado con un serrucho.

Con la solemnidad que impone el campo santo, los parientes de un finado llegaron, como lo hacen con frecuencia, para encender una vela, depositar un ramillete de flores y rezar. Casi sin hablar avanzaron hacia el panteón familiar por los pasillos del cementerio de La Leonesa. Se detuvieron desconcertados al comprobar que la puerta estaba abierta.

Compungidos por la profanación, el dolor golpeó con más fuerza cuando advirtieron que un ataúd no se encontraba en el estante superior. Se hallaba recostado por la pared sin la tapa de madera ni la de metal. Además, la cabeza del difunto se asomaba por fuera del cajón. Tenía un corte de sierra en la nuca, pero el trabajo de succionar la cabeza no fue concluido.

Los familiares radicaron la denuncia en la comisaría de La Leonesa, que abrió una investigación. El incidente ocurrió hace más de una semana, pero trascendió en los últimos días. El cuerpo pertenece al padre de la actual jueza de Paz de La Leonesa.

UN MISTERIO
Fuentes policiales y judiciales cercanas a la investigación mantienen hermetismo sobre el caso. Sin embargo, dejaron trascender que en el interior del panteón familiar hallaron huellas, que al parecer serían de unos niños. No se descarta, como es habitual, que los malvivientes utilizan a niños para ingresar en determinados lugares por un ventiluz o ventana de dimensiones reducidas. Una vez que están en el interior, abren la puerta o bien pasan los objetos.

¿COMERCIO O SECTA?
El intento de llevarse la cabeza del cadáver abrió las más variadas conjeturas. Se presume que alguien ofreció una suma importante de dinero por un cráneo, o bien se trataría de una secta.

Llamó la atención de los investigadores las huellas de criaturas halladas en el panteón y el movimiento que realizaron con el ataúd, teniendo en cuenta su peso y ubicación en la estantería. Pero, al encontrar la puerta abierta, sospechan que personas mayores entraron en acción y abandonaron la macabra tarea, tal vez porque vieron a alguien aproximarse.

Se cree que el delito se cometió en horas de la siesta del fin de semana. Los familiares debieron comprar otro féretro para reubicar al difunto, que falleció hace ocho años. En el pueblo suele correr comentarios sobre hallazgos de restos de elementos utilizados en ritos satánicos.