Domingo, 10 de Mayo de 2009 - Publicado en la Edición Impresa
El Complejo Ecológico de Presidencia Roque Sáenz Peña vuelve a retomar el proyecto yaguareté, especie en peligro de extinción, a partir de la habilitación de una nueva jaula que cuenta con refugio y un sector para la parición.
El proyecto se retoma luego de varios años de paralización porque el principal inconveniente fue el ámbito que se requiere para su avance. “Ahora las cosas cambiaron”, dice el director del complejo Jorge García, “ya que la jaula, que tiene un sistema de seguridad particular y no está a la vista del público, será compartida con un ejemplar macho traído de una reserva de la provincia de Formosa, que tiene un alto potencial genético por tratarse de un animal silvestre; y una hembra nacida en cautiverio, en Sáenz Peña”. “Se abre una nueva instancia en el intento de lograr la reproducción, con instalaciones adecuadas que serán presentadas al público en las próximas semanas”, adelanta, mientras comparte la alegría de haber retomado el proyecto. El tigre criollo El Complejo Ecológico Municipal de Sáenz Peña es una de las instituciones referentes de la protección del yaguareté, en especial por los éxitos que se logró en su reproducción. De los 17 ejemplares con que se cuenta en esta ciudad, solamente cinco provienen de ambientes naturales y el resto nació en cautiverio. Pero hace aproximadamente dos años se debió abandonar el proyecto de producción del tigre criollo como consecuencia de que las iniciativas de preservación en esta ciudad no tuvieron el acompañamiento de políticas nacionales. “En esto hay que ser responsable, no podemos reproducir indefinidamente la especie sin estudios serios sobre posibilidades de reintroducción en los ambientes naturales. Hoy en día liberar estos animales sin las condiciones adecuadas sería totalmente irresponsable”, afirma Jorge García. El director considera que se debe aplicar de manera urgente una estrategia nacional que incluya al gobierno de la Nación y a los provinciales y municipales, como a los zoológicos, las ONGs, y todas las instituciones que puedan tener competencia en el tema. “Además de la conservación y recuperación de los ambientes naturales, que es la prioridad, se debe comenzar por aplicar las leyes en vigencia, controlar la caza, contratar y capacitar recursos humanos. Hoy, la policía no tiene idea de cómo actuar en este tipo de casos. Se encuentran cazadores, incluso dentro de los parques provinciales, y no tiene en claro qué debe hacer”, comenta. “Y en el caso de que se actué contra los cazadores, es posible que el castigo no pase de una falta. Es más probable que uno quede preso por infringir una norma de tránsito que por matar a una especie en grave peligro como ésta”, se lamenta García. “Además, cuando uno reclama medidas, se encuentra con la misma respuesta de parte de los gobiernos; faltan recursos humanos y presupuesto de los organismos que deben dedicarse al cuidado de la fauna, como si la preservación de la especie fuera un gasto, cuando en realidad es una inversión para la supervivencia no solo del yaguareté, sino también de las otras especies animales, que repercutirá sin dudas en el mismo beneficio del ser humano”. Un hábitat especial Los trabajos que dieron forma a una nueva jaula de reproducción para esta especie tiene características especiales porque albergará a un ejemplar silvestre de yaguareté ingresado hace unos años al Centro de Recuperación de Animales Silvestres que funciona en el Complejo Ecológico Municipal, y que por su características debe tener una jaula con tejido fuertemente reforzado, con costos elevados. Pero la obra está culminada, consta de refugio, paridera y un enorme patio 110 metros cuadrados, por cuatro de alto, acondicionado para que el animal viva lo más cómodo posible. Compartirá en primera instancia este ambiente con una hembra nacida en el zoo, que desde hace ya largo tiempo es vecina en el pequeño cubil que ocupa ese macho tan especial. “Hablamos de reactivación en el proyecto yaguareté, puesto que los trabajos de reproducción se habían paralizado ante el riesgo de una endogamia, ahora, con el aporte genético que represente este ejemplar de más de 100 kilogramos, se reactiva el desafío de reintentar su reproducción, con hembras nacidas en el zoológico”, recalca García, confiado en el nuevo desafío.
Fuente: Chaqueña.