La Dilación De Los Conflictos Genera Más Violencia

Editorial El Diario de la Región - Sábado 20 de agosto de 2005.

En distintas ciudades del país están instalados focos de conflicto, que llevan tiempo sin resolverse y, como en toda protesta, se afecta a terceros que se mantienen al margen del conflicto, pero sufren las consecuencias.

El Chaco no es la excepción. A la prolongada medida de fuerza del sector público, con un incalculable daño al Estado, también los docentes sumaron su protesta y paralizaron las clases por 32 días.

Desde el gobierno nacional y provincial, ambos en campaña electoral, colocaron a la educación como uno de los ejes centrales de sus gestiones.

Sin embargo, la práctica refleja otra realidad. Profesores universitarios y de establecimientos secundarios de Córdoba, acompañados por estudiantes, salieron a manifestarse por las calles, reclamando mejoras salariales. Expresiones similares se reiteran en Buenos Aires y en otras provincias. En el Chaco, la lucha docente está instalada con más intensidad desde el año pasado, sin que se vislumbre, por el momento, una solución.

Docentes de distintos niveles advirtieron en más de una oportunidad, que el bajo presupuesto educativo atenta contra la calidad de la enseñanza.

Si bien en la capacidad de asimilación, el alumno tiene una cuota importante de responsabilidad, los profesores deben aportar la otra parte. Tienen que llegar a clase con la mejor predisposición, un buen estado físico y psicológico, para que ese ámbito de aprendizaje se desarrolle en un clima apropiado para el desarrollo de las actividades. Pero, con la mente ocupada por la angustia causada por los bajos salarios, la misión educativa se está distorsionando.

Las autoridades y quienes realizan un reclamo, deben esforzarse para acercar posiciones y encontrar una salida al problema, arrojando sobre la mesa del diálogo alternativas que estén por encima de los intereses partidarios. Evitar la mezquindad. Debe prevalecer la sinceridad orientando el beneficio hacia el bienestar general.