Ejemplo De Vida: Se Recibió De Abogada A Los 77 años

Diario Norte Edición Digital - Miércoles 09 de noviembre de 2005.

Tiene 77 años y acaba de egresar de la Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional del Nordeste, con el título de abogada. Se llama María Cristina Conte de Ruiz, es correntina, y casi sin quererlo se ha convertido en un verdadero ejemplo para las nuevas generaciones.

Como si fuera poco, ahora se perfecciona cursando estudios de posgrado sobre Derecho Ambiental, y se propone, además, capacitarse en Derecho Civil para conocer más los aspectos legales de dos temas que son de su interés: la familia y la adopción.

Nunca es tarde
"No hay edad para empezar a hacer algo que se quiere", señala María Cristina, mientras exhibe con orgullo el título de abogada que le acaba de otorgar la UNNE. Esta docente que resolvió iniciar estudios de abogacía a los 69 años, después de jubilarse, no deja de destacar el apoyo incondicional que recibió de su esposo para poder completar la carrera y recibirse en un período de ocho años.

"No hay edad para la persistencia de una vocación, si recién se da la oportunidad hay que aprovechar. Lo más ponderable en todos los casos es la voluntad que se pone para cumplir esa vocación. Sólo se trata de poner decisión y seguridad en lo que se hace", destacó la mujer que, asegura, prefiere no ser tomada como ejemplo, aunque le sobran méritos para ello ya que actualmente realiza gestorías y asesoramientos gratuitos.

"La vida es actividad, lo otro es vegetar. No hay edad para vivir y edad para vegetar. Por eso es común ver jóvenes que viven como viejos, y personas mayores que se encuentran rejuvenecidos y no quieren morir", observó.

Con tres hijos profesionales y cinco nietos, María Cristina volvió a considerar la idea de estudiar Derecho, cuando llegó el momento de jubilarse. "Fui educadora en todos los niveles. Empecé como maestra jardinera, también ejercí la enseñanza primaria en una escuela rural durante mucho tiempo. Ya con título habilitante ejercí en una escuela y terminé con 30 horas cátedras desempeñándome en un colegio secundario como profesora de castellano, literatura, historia y geografía", recordó.

Al recordar su paso por la universidad, María Cristina observa que "fue una época muy linda". "Pensé que iba a ser difícil, pero me llené de vida y de juventud. Mis compañeros fueron cordiales conmigo", señala.

Con disciplina inquebrantable realizaba sus estudios por la mañana, y por la tarde desarrollaba prácticas en un estudio jurídico de un amigo. "Si bien por la edad ya no puedo ejercer como profesora, igual voy a ofrecer mis servicios para asesorar a quien lo disponga", prometió María Cristina.